Libro "Haikus"
En febrero de 2014, Carlos Alfredo Trobo publica su segundo libro "Haikus"; una selección de sus poesías.
Retomar una tradición antigua y casi siempre clásica en su estructura -un determinado orden silábico en los tres versos, sin rima- para el caso no es un exotismo.
De antigua tradición japonesa, Occidente ha dado sus versiones, también en Argentina y Uruguay en tiempo más reciente.
Es sabido que el Haiku parte de la observación de la naturaleza, donde las estaciones en su sentido del tiempo, de su propia descripción, se traspasa lo cotidiano, lo que está sucediendo.
Trobo se basa en su condición de arquitecto y suma la de orfebre puesto que casi no hay lugar para otra cosa que no sea el poema mismo.
Donde la mirada quiere dar luz en su sentido evangélico, o quiere dar verbo volviendo al Génesis.
Las aves, como pensamientos, mostrar, en todo caso lo sagrado en lo más pequeño; niño y hormiga por ejemplo, o dando por el resplandor de su vida a través de la fe y un Libro, pero en tanto palabras que con fineza y precisión llegan a la página.
La imagen resuelta en libertad atenta a lo que pasa, ata y desata impresiones que crecen tales y se revelan en sus interiores.
Interiores de lo que ve y que traspasa por anotaciones: "huyen las aves".
De esta manera y ateniéndose a la forma clásica del Haiku logra un conjunto de poemas con múltiples referencias: pájaros, peces, rosario, picaflor y más y se oye una voz, cuestión difícil, la suya:
Carlos Alfredo Trobo.
Haiku"A modo de prólogo:
pequeñas florcitas
que se nutren
de un tronco viejo
Retomar una tradición antigua y casi siempre clásica en su estructura -un determinado orden silábico en los tres versos, sin rima- para el caso no es un exotismo.
De antigua tradición japonesa, Occidente ha dado sus versiones, también en Argentina y Uruguay en tiempo más reciente.
Es sabido que el Haiku parte de la observación de la naturaleza, donde las estaciones en su sentido del tiempo, de su propia descripción, se traspasa lo cotidiano, lo que está sucediendo.
Trobo se basa en su condición de arquitecto y suma la de orfebre puesto que casi no hay lugar para otra cosa que no sea el poema mismo.
Donde la mirada quiere dar luz en su sentido evangélico, o quiere dar verbo volviendo al Génesis.
Las aves, como pensamientos, mostrar, en todo caso lo sagrado en lo más pequeño; niño y hormiga por ejemplo, o dando por el resplandor de su vida a través de la fe y un Libro, pero en tanto palabras que con fineza y precisión llegan a la página.
La imagen resuelta en libertad atenta a lo que pasa, ata y desata impresiones que crecen tales y se revelan en sus interiores.
Interiores de lo que ve y que traspasa por anotaciones: "huyen las aves".
De esta manera y ateniéndose a la forma clásica del Haiku logra un conjunto de poemas con múltiples referencias: pájaros, peces, rosario, picaflor y más y se oye una voz, cuestión difícil, la suya:
"En el silencioPoemas escritos desde un aquí y ahora, como si fuera un resumen de su propia huella.
surgen los pensamientos
como palomas"
Marcelo Pareja.
Diciembre de 2013."
Hormiga tozuda
su carga afrenta al viento
inmutable
Mano tendida
con amor y justicia
vence al puño
Canta el grillo
sorpresivo violín
en la noche cálida
Viejos esposos
van del brazo y predican
su felicidad
(Ofelia y yo)
Carlos Alfredo Trobo.
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